domingo, 18 de diciembre de 2011

La batamanta


Con el frío que hemos pasado esta semana no pudo hacerse esperar. Más temprano que tarde, alguien en alguna tertulia o red social, sucumbiría a la tentación de expresar sus más íntimos deseos: “No es por nada, pero ahora mismo no le hacía yo ascos a una buena batamanta”. Así, con esas palabras abrió mi amiga A la caja de los truenos y saltaron todas nuestras alarmas. “¡No empecemos!” – nos apresuramos en intentar pararle los pies a A mi prima R y yo como parte de nuestra cruzada anti-batamanta. Una guerra donde nuestro principal objetivo consiste en salvaguardar el honor, la reputación y hasta los matrimonios de nuestras amigas y allegadas, pues ambas nos negamos en redondo a que caigan en la tentación de siquiera desear semejante prenda horrenda y casposa.

La batamanta, por si alguien todavía no la conoce, es un invento exportado de los americanos, que se traduce en una enorme manta de felpa con mangas. Como su propio nombre indica, se trata de un híbrido, imagínense una bata larguísima que has de ponerte al revés, perfecta para dejarte caer de espaldas al sofá y ya esclafarte en él para todos los siempres.  Pero sin sofasex, ojo, que la batamanta invita a todo lo contrario. La batamanta, así, sin paños calientes, es el antídoto de la lujuria del siglo XXI y la antesala del desorden. Yo, es verla, y pienso inevitablemente en un criadero de piojos que promueve el esclafismo, y me atrevo a decir que hasta favorece la obesidad. Que me vengan ahora criticando mi afición al chandalismo y al sofasex de los domingos. Que vale que tendré algo más de frío, pero no pierdo el glamour, no como las setonas poseedoras de la manta, escondidas bajo tal cantidad de tela pulgosa y seguramente apestosa. Atrás quedó el pijamismo, las bragas de color carne (ahora conocido como nude), la bata de guatiné y los rulos, como estandartes del anti-morbo, que ha llegado la batamanta para desbancarlos a todos.

Y es que ya llega un momento que ni el vídeo de promoción les hace pensárselo dos veces a las insensatas. “Tienesfrío, ¿eh, perra? Pues abracadabra, tápate, guarra”. Con estas alentadoras palabras empieza la publicidad y aun así, las murcianas, cegadas por nuestros pies helados, nos amarramos a la excusa de que aquí no hace frío sino helor, y que la calefacción está muy cara. Pues sal a la calle y airéate, tía floreta, y disfruta de este sol de Murcia que no lo tiene nadie.

No os la compréis si no queréis perder a vuestros maridos, les digo a mis amigas siempre. Sin embargo, mi amiga A, la que originó el último debate con su confesión, se atrevió a replicarme diciendo que todo dependería de la actitud y de utilizar la imaginación. Yo no lo veo. Por muy sexy que sea la lencería que una lleve debajo de ese mamotreto, por muy macho que sea el payo en cuestión, por mucho que les bailemos y cantemos el “Nossa nossa” (¡Qué visión!), ni el más fiel de los maridos querría acercarse a esa mole grimosa y corta-rollos en la que te has convertido, que nunca casó el leopardo con la batamanta. No sé vosotros, pero bajo la batamanta sólo asocio pijama de felpa, calcetines de lana y braga-faja.  

Pero pongámonos serios, que me da que toda esta cruzada se va a volver contra mí. En mi guerra contra la batamanta, hay una batalla que perdí, pues mi amiga M tiene una. Dicen las malas lenguas que en la Nueva Condomina la venden, y no hace mucho me llegó una oferta al email anunciando dos batamantas al precio de una. Con la Navidad a la vuelta de la esquina, no me extrañaría nada que la cabrona de M les escribiera una carta especial a los Reyes pidiendo venganza. Si es así, porfa, que venga con tique regalo, que yo me niego a batamantizarme, desde aquí os lo digo. Antes muerta que con batamanta.

12 comentarios:

Gordipé dijo...

El gobierno debería hacer algo con esto. Sólo me lo explico si Merkel está detrás de algo tan antiestético.

Conch dijo...

La Merkel tiene pinta de ser MUY de batamanta.

sushi de anguila dijo...

Discrepo radicalmente, dada su afición a lucir cacho en lugar de a taparse hasta la epiglotis... como nos recuerda ella misma en cuento tiene ocasión

http://maccur.files.wordpress.com/2008/04/pechos-merkel.jpg

(Palabra de verificación: recen... pues eso)

Conch dijo...

Jajaja, mencanta el nombre de la foto: "pechos Merkel", suena muy corporativo.

sushi de anguila dijo...

Si los pudiera fabricar ens erie, se forra...esta industria pesada alemana, sin rival en toda Europa...:)))

Veo más de batamanta a Berlusconi que a ella...

Conch dijo...

La industria TEuTONA, que se llama ;)

sushi de anguila dijo...

JAJAJA...esa misma... http://www.youtube.com/watch?v=xXd6vFIyer8&feature=related

Unknown dijo...

Ja ja jaaaaaaaaaaaaaaa todo un ensayo sobre una prenda anti lujuria.Pro Conch, ¿acaso existe alguna ropa de abrigo que no lo sea? Así, a bote pronto estoy pensando en un saco de dormir donde quepan dos en pelota picada, y en ese caso,para tus amigas las casadas hasta les podría servir para alguna lujuriada improvisada.

Conch dijo...

Nena, te olvidas del edredoning!

Pero sí, es que el invierno... pa quien lo quiera!

Antonio Rentero dijo...

Debo estar enfermo pq la batamanta no me parece objetivamente antilujuria.

Aún diría más, estoy visualizando a Charlice Theron cubierte ÚNICAMENTE por una batamanta y me estoy poniendo bastante cachorro.

Creo que, cuál curso de ética calentística, lo más adecuado sería el tradicional brasero y la mesa camilla con unas buenas enaguas para tener caldeados los bajos y sobre los hombros y espalda nada como una buena toquilla abuelera de lana.

Ahora que se está poniendo de moda lo del molde y el ganchillo (¿conocéis las Tricotardes del nuevo Ficciones?) creo que es el momento de que nos confeccionemos nuestras propias toquillas introduciendo modernos colores y atrevidos diseños con el logo de la manzanica mordía, por ejemplo y así tenemos la toqu.iLla (patapán psssst).

Armando dijo...

Coincido por partida doble con Rentero. Lo de Charlize no tiene nombre. En la fotos de la campaña de este año, literalmente se rompe.
En lo del brasero.....lo confieso, a favor totalmente. De hecho, en mi casa tengo una mesa camilla de 120, así, con un par. Ya lo se, antiestético y todo lo que queraís, pero para estética caliente ya está mi Charlize.
Y sí, la batamanta es casposa a más no poder.

Conch dijo...

Jajajaja, me parto!

Por cierto, que creo que la señora que da las Tricotardes es mi vecina de rellano. El día que confirme mis sospechas la secuestraré pa que me enseñe, que yo por las tardes no puedo ir al Ficciones. Qué sitio más chulo, achos.