Me pasó que me levanté y no tenía nada para desayunar. Ni un triste trocico de pan, ni una mona de la procesión, ni un resto de cereales de ésos que me zampo cuando no debiera...
Qué desastre. Llega entonces la reflexión de siempre.
Sin embargo, aunque sé de sobra que no me va a llevar el viento por un día que no desayune sólido, el hambre despierta mi ingenio y, como si estuviera olfateándolos, inspecciono mentalmente todos los rincones de mi cocina, que algo tiene que haber. Pues no soy yo experta ni na en esconderme cosas ricas a mí misma.
Entonces veo el frasco.
Tengo un frasco junto a mi cafetera en el que guardo pequeños tesoros comestibles. Cosicas que pongo en el platico junto a la taza del café, pero sólo cuando viene alguien. Principalmente chocolatinas de Dairy Milk de Cadbury's que compré en Londres y alguna que otra de Nespresso. Sí, sí, han oído bien (#frasesdelmercadona), chocolatinas del Nespresso, pero no robadas ni compradas sino regaladas, que de vez en cuando, pero sólo muy de vez en cuando, los ratufas de Nespresso se estiran y regalan algo.
Y ahí es donde quiero llegar! Porque de repente recuerdo que entre esas chocolatinas que milagrosamente no me zampo, había dos galleticas de mantequilla, también regalo de Nespresso.
Y así, de la manera más tontuna, me monto un desayuno de lo más exquisito: Zumo de naranja, Dulçao con Leche y dos galleticas de mantequilla.
Algo bueno siempre funciona.
Something good can work.
Qué desastre. Llega entonces la reflexión de siempre.
Sin embargo, aunque sé de sobra que no me va a llevar el viento por un día que no desayune sólido, el hambre despierta mi ingenio y, como si estuviera olfateándolos, inspecciono mentalmente todos los rincones de mi cocina, que algo tiene que haber. Pues no soy yo experta ni na en esconderme cosas ricas a mí misma.
Entonces veo el frasco.
Tengo un frasco junto a mi cafetera en el que guardo pequeños tesoros comestibles. Cosicas que pongo en el platico junto a la taza del café, pero sólo cuando viene alguien. Principalmente chocolatinas de Dairy Milk de Cadbury's que compré en Londres y alguna que otra de Nespresso. Sí, sí, han oído bien (#frasesdelmercadona), chocolatinas del Nespresso, pero no robadas ni compradas sino regaladas, que de vez en cuando, pero sólo muy de vez en cuando, los ratufas de Nespresso se estiran y regalan algo.
Y ahí es donde quiero llegar! Porque de repente recuerdo que entre esas chocolatinas que milagrosamente no me zampo, había dos galleticas de mantequilla, también regalo de Nespresso.
Y así, de la manera más tontuna, me monto un desayuno de lo más exquisito: Zumo de naranja, Dulçao con Leche y dos galleticas de mantequilla.
Algo bueno siempre funciona.
Something good can work.
4 comentarios:
Jajaja, es verdad, la frase "si, si han oído bien..." es muy oída en Mercadona, ¿Quien será el guionista?
Ratufos ratufos los de nespresso, con lo que cuestan las dichosas capsulicas. A nosotros nos encantaban unas de jengibre que ya no hacen, qué lástima!
Besicos desde BCN vecina
¿A que sí? Deberían regalar algo cada X cápsulas compradas o recicladas, que menudo mosqueo llevo yo con eso. Cierto es que una vez a mi padre le regalaron una taza con su plato por comprar 250 cápasulas de una, pero las siguientes veces le han dicho que nanai, y ahí se ha quedao el hombre esperando la vajilla...
Un besico, Vecina, recuerdos a su esposo de usted. Que lo paséis mu bien y no os llueva como la última vez que estuve yo allí...
Estos suizos no dan ni la hora (este sí que se parece más a un oxímoron, jejeje)...
Cómo mola ese frasco... Parece el cofre lleno de maravillas que salvó Robinson Crusoe del buque en que naufragó...
Será todo culpa del dichoso VOLUTO...
Enhorabuena por tus haikus... Molan tanto como BCN sin lluvia...
(palabra de verificación, VARAOHIN, jopelines, parece una isla de la Polinesia...)
Cuando queráis café con tesoro del frasco, sólo tenéis que decirlo. Que además no todo es chocolate, también tengo pastillicas de toffee ;)
Y creo además que me queda café de pain d'epices...
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