jueves, 31 de diciembre de 2009

Se acabó


Ésta, de siempre, ha sido la canción favorita de mi amiga Sonia. Es la canción del desahogo, del paso-de-ti y del ahí-te-quedas. Como no tengo claro si el año 2009 ha sido un año bueno o malo, hoy vuelvo a cantarla dedicándoselo a todo eso que se acabó y quiero dejar atrás con el 2009, pero esta vez interpretada por los ECDL. El descubrimiento se lo debo a mi amiga Ali.


Todo lo que yo te haga, antes tú ya me lo hiciste,
y ahora que quieres conmigo, si tú para mi no existes.
Y yo soy mejor persona, pues no quiero hacerte daño,
solo sé que no te quiero, mi amor se ha ido con los años.
Se acabó,
porque yo me lo propuse y sufrí,
como nadie había sufrido, y mi piel,
se quedo vacía y sola
desahuciada en el olvido, y después
de luchar contra la muerte, empecé
a recuperarme un poco, y olvidé
todo lo que te quería, y ahora ya
y ahora ya mi mundo es otro.

Tú no me vengas con pamplinas, no me pidas que te ayude,
cuando te necesitaba, yo jamás a ti te tuve.
Ni te quiero ni te odio, y quiero bien que me comprendas,
que eres una más de tantas, que yo nunca conociera.

Se acabó,
porque yo me lo propuse y sufrí,
como nadie había sufrido, y mi piel,
se quedo vacía y sola
desahuciada en el olvido, y después
de luchar contra la muerte, empecé
a recuperarme un poco, y olvidé
todo lo que te quería, y ahora ya
y ahora ya mi mundo es otro.

Porque yo me lo propuse y sufrí,
como nadie había sufrido, y mi piel,
se quedo vacía y sola
desahuciada en el olvido, y después
de luchar contra la muerte, empecé
a recuperarme un poco, y olvidé
todo lo que te quería, y ahora ya
y ahora ya mi mundo es otro.

Balance del 2009


Empecé el año en París, con la canción de Beggin subida a una silla.. aunque en el fondo estaba bastante tristona. Esa tristeza siguió todo ENERO hasta que se calmó un poquito con una pequeña ilusión: la compra de un billete de avión bien lejos… Lo cual me introdujo en un período larguísimo de crisis y púa… que no evitó que FEBRERO fuera el mes de las cenas en casa… románticas casi todas ellas ;) También fue el mes donde empecé a ser más positiva gracias a la milonga aquella de la visualización, qué paliza os di, pero qué bien lo pasamos algunas en MARZO! Y es que la necesité porque tuve que ser muy fuerte en varias ocasiones, especialmente en la boda de mi prima o cuando me dieron Lorca de destino definitivo o en el mes de ABRIL que, aunque sólo estuve 9 días… fue todo Miami.

MAYO siguió siendo Miami y sus iguanas, pero también fue SOS, grandes mejoras en el castillo, el recuerdo a Benedetti y Peter Krause.

En JUNIO nos fuimos a Italia y acabó mi año en el Infante el mismo día en que murió Michael Jackson.

En JULIO descansé y desconecté del mundanal ruido en la Torre de la Horadada.

AGOSTO fue el mes de los viajes. Empezó en Madrid con una boda, seguido del explosivo viaje a Galicia y acabando en Nueva York riéndome con las nenas.

En SEPTIEMBRE fue la vuelta al cole y a muchas otras cosas de variada índole. Nació Paquico y empecé mi trabajo en Lorca.

OCTUBRE fue el mes de los acontecimientos. Se casó Estherilla, Patri se fue a Hong Kong, Sushi anunció su boda con la Vecina y este humilde tontiblog dio el salto a La Opinión digital y a la escrita.

A pesar de ser NOVIEMBRE el mes más gastronómico con cenas, pelis y cursos de cocina, fue también en el que empecé la Operación Campanile – 8 meses, 8 kilos- (en la que no quiero pensar ahora). También fui a un par de conciertos chulérrimos acompañada de amigos igualmente chulérrimos.

DICIEMBRE fue estresantísimo, pero volví a viajar. Dos viajes relámpago a Madrid-Segovia y a Palma de Mallorca, donde he disfrutado, entre otros, de la compañía de mi hermanico y mi futura cuñada… además, cómo no, de la gastronomía autóctona. Y así llegué a la Navidad (los que me véis ¿os habéis fijado que llevo todos los días vestido?), con muchas ganas de descansar del curro, de salir, estar con mis amigos, conocer gente nueva y disfrutar de la vida, que para eso está, no?

Balance… positivo, verdad? Venga.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

El 2009 en fotos

Cómo resumir el 2009 en 16 fotos... y sólo con las del facebook!

Faltáis muchos: Patri, Alf, Mamen, Marian, Sushi, Deivi, Moñino, las Infantas, la Rubi, mi Carmen y su Paco...
Que me perdonen también los que salen pequeños, partidos o a los que se les intuye...
Espero que sepáis que.... TODOS sois PROTAGONISTAS en mi corazón!

¡¡GRACIAS POR UN 2009 TAN LLENO DE COSAS BUENAS!!
¿Me queréis acompañar en el 2010?

martes, 29 de diciembre de 2009

What if?


¿Y si no me hubieras mentido?

¿Y si decides que ya no me quieres a tu lado?

¿Y si simplemente ya no me quieres en tu vida?

¿Y si la que lo entendió mal fui yo?

¿Y si no hay poema ni canción que pueda poner esto del derecho?
¿Y cómo puedes saberlo ya si no lo has intentado?

Cada paso que das podría ser tu mayor error...
...pero es un riesgo que hay que correr.

Y si decides que ya no me quieres en tu vida,
que ya no me quieres a tu lado...

What if there was no lie?
Nothing wrong, nothing right...

domingo, 27 de diciembre de 2009

El exceso


No me digáis que hoy también tenéis comida navideña. Pues yo hoy no, milagrosamente no, y estoy encantada con este hueco en mi agenda. Porque menuda semanita esta, qué digo, ¡menudo mes! Desde el puente de la Purísima no he parado: que si la celebración del santo, los brownies, el cochinillo en Segovia, la boda (y ensaimada) en Palma, la comida de empresa, los cumpleaños de Sonia, Ángela y Rosa, la fiesta de la escuela, la Nochebuena, la Navidad, las comidas con los tíos, el caldero con los primos… ¡No puedo más! No sé vosotros, pero hoy me apetece dormir, un hervido, un yogur, y echar a correr por el Malecón ida y vuelta tres veces. Y me dice mi amiga Mary que ha pillao “el virus”. ¿Os podéis creer que he deseado su suerte? Que alguien me haga parar ya, por favor. Qué de excesos estos días… y no sólo a comer y beber me refiero.

Está el que se excede tras la comida de empresa, ése que acaba enfollonao abrazándose a sus compañeros, a los que de repente quiere mucho, deseándoles feliz navidad. En el extremo contrario de la fiesta está su compañera la estresada, que no aguanta más y explota, y se excede manifestándole al resto no sólo sus niveles de estrés sino también lo hartica que la tienen y lo que opina de todos ellos. A la cara. Y Felices Pascuas.

Exceso la gente que hay por mi barrio estos días. Especialmente el día de Nochebuena, donde vi a varias señoras que desde sus portales, sin atreverse a salir, contemplaban la marabunta que peregrinaba de la Plaza de las Flores a los Nueve pisos en busca de más cerveza, más copas, más música, más gente. A todos ellos además súmales ese exceso de “amistad” que surge con estas fiestas. La de amigos que nunca han sido amigos tuyos que te encuentras en el mogollón, que van y te soban y te desean felicidad, paz y amor: “Soy la ex de E” “Perdona, ¿de quién?” “Sí, aquel compañero tuyo de carrera…” “Ay, sí, ya decía yo que me sonaba tu cara (mentira cochina)… será por el flequillo (ese tan feo) que no te reconocía.” O el exceso histórico que me encontré en el aseo de la cafetería de los Nueve pisos: 7 tíos en cola, 0 chicas. Ni qué decir tiene que les extrañó que fuera sola e incluso se ofrecieron a entrar conmigo. Qué amables.

Excesos amorosos también ha habido: Por una parte mi amigo A, que se excedió compartiendo benjamines con una chuqui en su casa y se le hizo tarde para la cena de Nochebuena. Y por otra, mi amigo L, que se excedió al comprar unos billetes de avión a Mallorca (será maravilloso) para pasar la Nochevieja con una, la cual le dijo ayer que había vuelto con el novio. O mi amiga Susi, que bailoteaba copazo en mano celebrando dos años de amor con el papá de su hijo y que había dejado la lactancia esa misma semana.

Exceso por supuesto en las compras, porque qué de gente, y qué vicio estas fechas. Doy gracias a que vivo donde vivo y que con las tiendas del centro me sobra. Excepción hecha de cuando me compré el ordenador, cuya hazaña sólo necesitó cuatro horas de mi valioso tiempo, dos de ellas metida dentro del coche, rodeada de más coches y tres o cuatro centros comerciales de paisaje (¿cuántos centros comerciales necesita una persona?). Recuerdo esa tarde con horror… aunque la salva el pestañitas que me vendió la máquina desde la que escribo. Qué guapo.

Exceso es que las copas valgan 7 euros por el mero hecho de ser fiesta. O que en el 2009 siga siendo Boney M la banda sonora de las Navidades. O que si nadie repone la Bandeja, empieces a zamparte las almendras esas, las peladillas y hasta te plantees probar la fruta confitada… o como quiera que se llame. Exceso es que la gente te anime a seguir con los excesos: Come, bebe, sal de fiesta… ¡revienta!, “que ya llegará el 7 de enero”-te dicen. Pues yo paro ya. Hoy que puedo, descanso.

martes, 22 de diciembre de 2009

Deseos de Navidad


Ya es Navidad y yo ya casi casi estoy de vacaciones...

Esta Navidad os deseo:

- Que desconectéis y descanséis, que algunos sé que andáis con mucho estrés.

- Que disfrutéis de lo que tenéis, sobre todo si no os ha tocado la lotería: los buenos amigos, vuestra casica, vuestra cama, el tiempo que tengáis libre, el sol de la Plaza de las Flores, la maravillosa ciudad de Murcia (pa quien viva aquí), internet, el facebook, la Granja, los DVDs cogidos de la biblioteca...

- Salud, especialmente hoy, día nacional. Salud en general, y que no os den "virus" de esos típicos, cuidaíco con los excesos.

- Que disfrutéis de la compañía de quien más os apetezca: vuestra familia, los hermanos que vuelven a casa por Navidad, las nuevas incorporaciones a la familia si las hay, el novio, novia, esposo, esposa (que sí, que sí)... o de vosotros mismos que estáis solicos estas fiestas.

- Para los que están solicos: os deseo que no os olvidéis de nosotros, porque los de aquí nos acordamos mucho de vosotros y os mandamos mil besos y abrazos.

- Para las parejas: no se peleéis, que dicen por mi pueblo. Haya paz.

- Para los solteros: os deseo esperanza y felicidad, que disfrutéis de la incertidumbre y el mariposeo que nos caracteriza... por si acaso fuera nuestro último año en el club.


¡Feliz navidad!

domingo, 20 de diciembre de 2009

Sin novio en Navidad


Que sí hombre, que sí. Definitivamente es mucho mejor estar soltera en Navidad que tener novio. Mucho, pero que mucho mejor.

Esta reflexión la tuve ya hace unos años. Estaba yo con mi amigo Sergi en una tienda ayudándole con los reyes para su novia cuando me preguntó: “¿Y no te da cosica no tener novio estas fiestas?”. Sin dudarlo le contesté: “Ni de coña, no veas además qué alivio”. Y es que en esta época me vuelvo soltera por convicción y que alguien me diga “Ay, si yo estuviera soltero...”, que me reiré sintiéndome orgullosa de formar parte de este club al que todos, en el fondo, queréis pertenecer.

He aquí algunas de las ventajas de no tener novio en Navidad:


-La lotería. Si te toca es para ti solica, claro está. No tienes que compartir el típico décimo, máxime la cursilada esa de comprar uno cuyos números coinciden con la fecha del aniversario… Pa que luego te toque y el maromo no quiera gastarlo en ese viaje a La India que a ti te hace tanta ilusión.

-Los regalos. Con los novios te dejas un pastón y además hay que ser original. ¿Dónde quedó el socorrido perfume o la camisa? Ahora a las parejas se les regala viajes, noches de hotel con spa, videoconsolas, cuatro camisas, un jersey y unos zapatos. Eso después de haberte calentado la cabeza hasta herniarte. Y no hablemos del tiempo que has perdido en el proceso (¡pudiendo estar en el 609 ligando!). Y que luego él te regale un mísero CD o un tanga rojo para Nochevieja (¿qué tengo, 16 años?). Prefiero gastarme ese dinero en mí misma en cosas que verdaderamente me gusten. Que aparte, el mero hecho de agasajarse a una misma es de las mayores ventajas de este club al que pertenezco y uno de mis hobbys favoritos. Especialmente si es en plan atracón, machacando la paga extra, a tarjetazo limpio, zas zas. Y llegar a casa llena de bolsas todas para mí. Yo es que hasta me pongo los regalos envueltos bajo el árbol unos días antes para luego abrirlos con cara de sorpresa. Ohhhhh.

-Dietéticamente también es maravilloso. Tienes la mitad de comilonas. Te libras de comer ca los suegros, de la comida con sus colegas (a los que por supuesto no aguantas), la cena con los de la playa, la de su familia materna con la abuela, la quedada con sus primos paternos, esa con los tíos que han venido de Vigo, la de “hoy-es-fiesta-vámonos-a-Yecla-a-ver-la-nieve”… O luego entrar a su casa y que esté su madre to maligna enseñándote la bandejica diabólica de dulces navideños a la que no puedes decir que no.

-La libertad en los días perrunos. Puedes seguir libremente la tradición murciana esa tan bonita de estar de farra todo el día y volver a casa a cuatro patas, con el rímel por los pies y si eso, no salir luego. Y al día siguiente levantarte hecha unos zorros, afónica como un perro, los pies hinchados como botas y sin ganas de salir al mundo exterior. Eso mejor vivirlo en soledad, ¿no?

-La Nochevieja. Tú que querías irte a Londres, a París, a Roma, resulta que él quiere quedarse en Murcia, que a su madre si no, le da un yuyu por el destete nocheviejero. Por Dios. Y luego el tío encima querrá ir al bar de siempre, donde esa noche han subido el precio de las copas o cobran entrada…

-Y por último, lo más importante, con novio pierdes la incertidumbre, o de ti pa mí, el ligoteo. Que en estas fiestas se sale mucho, que serán las tortas de pascua del desayuno, el vinico, el relax, el sol de la Plaza de las Flores-Santa Catalina, que hace que esté Murcia en estas fechas a reventar de gente guapa y simpática. Y el pensar que en cualquier momento salta la liebre, que si tuviera novio se acabarían las tonterías estas que nos dan tanta vidilla a los solteros, la incertidumbre de si lo veré mañana, de si se acordará de mí, de si repetiremos en Nochevieja, o nos comeremos el roscón juntos, o de si me hará un regalito por reyes… aunque sea un perfume.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Si yo fuera rica


If I was a rich girl.. na na nana na na nana...

Estaba yo pensando en el sorteo de la lotería del martes que viene, el que con su soniquete de los miiiiiil eeeuurooosssss nos anuncia que ha comenzado la Navidad. ¿Habéis comprado algún décimo? Yo este año he tirado la casa por la ventana y tengo uno de Santiago de Compostela, otro de Segovia, otro de Murcia y otro de Lorca. Decidme: ¿Qué harías si os tocara? Juguemos al cuento de la lechera. Si yo fuera rica:

1. Me iría de viaje. Vamos, lo tengo clarísimo. A donde fuera. Que estoy ya que... ¡me viajo encima!

2. Liquidaría mi hipoteca o... la reduciría un poco. O no. Yo que sé. Yo soy más de gasto instantáneo, jeje.

3. Invitaría a todos mis amigos a una cenaca y fiesta loca. Alquilaría el Faceclub, o el Del Gallo Blues, o el 609 pa mí solica.

4. Me compraría un coche nuevo. Pero nada ostentoso. Otro Lupito mismo. A poder ser verde.

5. Me compraría un Mac, como el de Carrie Bradshaw. De hecho ese era mi plan porque éste desde el que escribo está agonizante, animalico. Mucho trote. Sin embargo, al final me compraré cualquier ordenadorcico que ande, que no está la cosa pa pijadas. La semana que viene ya, antes de que sea demasiado tarde.

6. Terminaría de amueblar mi casa, jolín, que llevo un año aquí y sigo sin recibidor, espejo, alfombras, alguna que otra lámpara...

7. Volvería al gimnasio... ¡cómo me gustaba a mí el año pasado! Es que no perdonaba...

8. La Trini vendría a limpiar todas las semanas. Que con tanta celebración, tanto viaje, y tanto curro pre-navideño estaba mi castillo que daban ganas de llorar. Pues se acaba de ir y me ha dejao la casa niquelá. En palabras de mi amigo Deivi, ahora se podrían comer macarrones en el suelo.


Y eso así que se me ocurra así en plan egoísta total...

To lo que es espíritu navideño 100%.

martes, 15 de diciembre de 2009

Facebook Love (5)

En capítulos anteriores: Después de un mes de "amigos", hablé con él por el chat.

Han pasado tres semanas y no he vuelto a hablar con él. A veces le acoso a través del chat soltándole un "hola" pero no me contesta, me deja con la palabra en la pantalla.

El viernes por la noche fui al Faceclub y nada más entrar, no os lo vais a creer... ¡adivinad a quién me encuentro en la misma puerta! A él, rodeado de amigos. ¿Me verá cuando pase por su lado? ¿Me saludará? Por mucho que alargo el cuello cual periscopio no consigo hacer contacto visual para soltarle un coqueto “hola-amigo-del-feisbuk”. Yo creo que me ha visto… ¡y que ha pasado de mí!

El resto de la noche fui su paisaje, mirara donde mirara ahí estaba yo, de fondo, con la esperanza de que se atreviera a saludarme, que es que a mí me daba vergüenza ya, que una parte de mí me decía que me había visto y, no sólo pasaba de mí, sino que me da que hasta me estaba evitando.

Vale, son las 5 de la mañana. Desisto. Lo he captao. Ahí te quedas.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Cita a ciegas


El ensayo fue con Juan Luis, con quien me cité por cuestiones laborales. “Llevaré un abrigo rojo”- le dije. Habíamos quedado en la puerta del Zigzag y por allí pasé dos minutos antes con el coche. Parada en el semáforo, me fijé en la puerta y sólo había un chico con cara de pasmarote que además me estaba mirando. “Debe de ser él, que me ha reconocido”-pensé. Empecé a gesticular, vocalizando su nombre. Viendo que el payo se encogía de hombros, le pedí que se acercara al lateral del coche y se asomara por la ventanilla. “¿Eres Juan Luis?” “¡No!” – me soltó más cabreado que un mono. Jolín, perdona, tampoco es pa ponerse así. Cinco minutos después, el verdadero Juan Luis me reconocía sin problemas.

La otra cita a ciegas, la de verdad, era más un reto que otra cosa: “A las 2 a.m. en el Mate. Estaré sentado en uno de los sillones rojos que hay a la derecha. Te reconoceré y me levantaré. Te daré un beso en la boca y, según tu reacción, me quedaré o me iré.”

Así, a las 2:05, armada de valor, del brazo de mi amiga Noelia y acompañada por cinco amigos más, entré al Mate. Rápidamente miramos a los sillones de la derecha y no había nadie, así que seguimos recto hasta la barra de enfrente. Una vez comprobado que no había ningún moro en la costa con pinta de venir a morrearme, y sin bajar la guardia, nos pedimos unos gin lemons. “Va a estar con los amigos en la barra de la izquierda, verás”. De repente, apareció por la zona de los sillones rojos un chico que se encendía un cigarro y se sentaba, solo, en uno de ellos, a fumar mirando al techo. ¿Será él? ¿Me acerco? Venga, allá vamos. Con la copa en una mano y la otra mano en la cintura me situé frente a él, de pie, y lo miré fijamente, casi amenazante. Me vio, pero no se inmutó, siguió con su cigarrico y su techo. Entonces, pa chula yo, decidí sentarme a su lado. Seguí mirando al desconocido a escasos treinta centímetros de él, pero nada, el tío no reaccionaba. Entonces miré al frente y le di un sorbito a mi copa. Delante de mí, un sospechoso grupito de tres chicos charlaba, y hasta vi que uno de ellos me señalaba con la barbilla. Los amigos, claramente. Volví a mirar a mi vecino de sillón, que seguía recostado contemplando el techo sin mediar palabra (¡ni siquiera preguntarme qué hacía ahí o cómo me llamo!), así que decidí volver con mi gente. Ya desde la barra vi cómo los tres chicos aquellos se acercaron a hablar con el del sillón. Y eso fue todo. Me terminé la copa y me di por plantada.

- “Pero dile algo”- me aconsejaba Noelia.
- “No, nena, ¿y si no es él?”
- ¿Y si es?

Pues que se hubiera dado brío, jolín. Además, tenía unas ganas tremendas de volver a mi casa y dejarle un mensaje diciéndole que era un cobarde. Y que tampoco el tío del sillón me provocó ningún tipo de simpatía como para preguntarle nada. Y que tampoco era guapo, las cosas como son.

No fue hasta tres días después cuando recibí señales de vida de mi cita, lo cual por un lado, además de grosero, es altamente sospechoso y por otro, confirma que es un cobarde en toda regla: “Conch, pido sinceras disculpas, pero no doy explicaciones porque sería una de las muchas veces en que la realidad agitada suena como una vil excusa. No. No estuve a la hora que dije donde dije que estaría porque todo lo que había planeado "se vino abajo"”.

¿Perdona? ¿Qué se supone que significa eso? ¿Me lo creo? ¿Fue o no fue al Mate? ¿Tendrá el del sillón algo que ver con él? ¿Y los otros tres? Uno de ellos era monísimo, por cierto.

Hoy he hablado con Juan Luis y hemos quedado mañana para desayunar. “Llevaré una chaqueta marrón”- me dice. ¡Pero si ya sé la cara que tienes!Ya -me contesta- pero es que me hizo mucha gracia lo del otro día”.

sábado, 12 de diciembre de 2009

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Facebook love (4)

En capítulos anteriores… Fue su cumpleaños y le mandé un par de mensajes. No me contestó jamás.

Han pasado 15 días y hoy es su santo. Nuestra relación se limita a que yo lo miro cuando está en el chat e intento comunicarme telepáticamente con él: “Háblame, háblame!!”
Otros lo llaman visualización.

El mensaje de felicitación por su santo ha de ser más elaborado que el del cumple: “Feliz santo, guapísimo amigo desconocido”.

Y está en el chat… pero esta vez no se me va a escapar: “Hola”.
Arrugo los ojos y me tapo la boca con las manos (=gesto súper mío), cuando de repente… ¡está escribiendo!

- Él: “Hola. Gracias por la felicitación”
- Yo: (tras el infarto) “De nada”
- Él: “¿Con que desconocido?”
- Yo: “Sí, no te conozco”
- Él: “¿Y por qué me has añadido?”
- Yo: “Porque eres guapísimo”
- Él: “¿Qué dices, loca?”

Y seguimos la conversación dos líneas más, que es ya tarde. No consigo quedar con él, ni me da su teléfono, ni se me declara… pero ojo, claramente es el principio de una grandísima amistad y lo saludaré cuando lo vea por la calle.

martes, 8 de diciembre de 2009

Mi santo en Madrid

Muchas gracias a todos por las felicitaciones por mi santo. Creo que es el año en que más he recibido.
Que sepáis que os he dedicado a todos un trozo de mi cochinillo segoviano.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Y como dijo un amigo mío... "Me dan ganas de abrazaros a todos" ;)

Mil besos desde Madrid.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Sushi para principiantes


Dije que no lo haría. Que lo único que me faltaba a mí ya para no perder peso jamás era aprender a cocinar. A mi edad. Pues eso, que llevo ya hechos dos cursos de cocina en ocho días.

La veda la abrió mi amiga Alboroque, fanática de todo lo japonés, organizando un curso chulísimo de cocina asiática para principiantes. Así pues, convocó a aquellos amigos suyos igualmente fanáticos, tanto de la gastronomía y cultura nipona, como de la cocina en general, como del jale propiamente dicho. Y ahí que aparecimos quince amiguetes en el aula de cocina que tiene en Puente Tocinos el grandísimo chef Alberto Hernando.

Alberto empezó hablándonos de la cultura japonesa, del papel que desempeña la comida en las relaciones humanas, la importancia de la presentación de los alimentos, del ma, del ying, del yang y de cómo el buen anfitrión debería estar atento al estado de ánimo del comensal antes de ofrecerle cualquier plato. Esto me dejó loca, junto con lo de que el número de alimentos debe ser siempre impar, por aquello del yang (lo positivo).

Después del rollete nos juntamos en grupos y nos repartimos varias recetas. A mi grupo, bautizado “el de las 3 Marías”, nos tocó hacer los Espárragos en tempura con salsa teriyaki y la Ensalada de daikón. Suena fácil, ¿eh? Ensaladica y a freír espárragos. Pues para empezar, ni sabíamos lo que era un daikón (ni vosotros tampoco), ni teníamos ni idea de cómo se corta un espárrago, ni que las semillas de amapola pueden ser peligrosas para el estómago, ni que el cardamomo si no lo cuelas te duerme la lengua...

A M+M les tocó lidiar con la anguila, y no se les dio nada mal. Ellos la limpiaron (¿eso es caca? –preguntaba Lady M), la cortaron en filetes y prepararon un Unagi no Kabayaki para chuparse los dedos, gesto que fue repetido en muchas ocasiones durante el curso.

Otra receta que salió riquísima y, como era de esperar, nos chifló a todos, fue el Cerdo Caldoso, que no sólo de pescado vive el japonés. Igualmente deliciosos salieron los dos tipos de Caballitos estilo nipón que hicimos: unos con panko, pan rallado japonés, y otros con fideos de arroz.

Y llegamos al plato estrella: El sushi y el sashimi. Lo primero, tras haber extraído las temidas espinas del pescado con unas pinzas, es el corte. No se crean ustedes que cortar el pescadico es así cualquier cosa, que hay que fijarse en la veta y tal. Y no hablemos ya del calamar, que para limpiarlo hay que darle la vuelta como un calcetín y rezar para no cortarlo mal, que puede quedar con textura chicle en cero coma. Luego el arroz: no sólo la cantidad de agua es esencial sino que se necesitan tres personas para hacerlo, una de ellas abanicando. En serio. También el wasabi (salsa de rábano verde), bendito veneno y bendito el que sabe calcular la cantidad adecuada. Y por último el nori, el alga esa que hay que enrollar ayudándose de una esterilla de bambú, que tiene su truco. Sin embargo, una vez superadas todas las dificultades, algunos hasta adquirieron velocidad enrollando y creando miniaturas culinarias, y era fascinante verlos, qué bonito, qué hambre.

Por último, también hicimos postre: una Gelatina de Caqui exquisita y unos Brownies, que de asiáticos tienen lo que yo, lo sé, pero nos enseñó Alberto a hacerlos por si la gelatina no salía.

Y llegó el fin del curso y oh casualidad, también la hora de comer. Como hacen los japoneses, empezamos brindando con sake, felices por habernos conocido, por haberlo pasado tan bien, por haber aprendido tanto y por tener frente a nosotros semejante festín: una mesa repleta de comida riquísima, exotiquísima y por qué no, súper fashion, hecha por nosotros mismos.

Muchas gracias, amiga Alboroque, por haber tenido la genial idea de organizar este curso y sobre todo, por juntar a un grupo tan divertido. También por haberme tentado con este genuino placer e incitado a la gula de esta manera. El curso de arroces y el de postres ¿cuándo dijiste que eran?

Postdata: El daikón es un nabo del tamaño de un camión.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Facebook love (3)

Hoy es su cumpleaños y a pesar de llevar una semana de amigos, todavía no hemos cruzado palabra. Ni corta ni perezosa, le felicito discretamente dejándole un sencillo mensaje en su muro:
“Muchas felicidades”.
No responde… y sé que está. ¿Le chateo? Mientras dudo se me escapa, ¡mierda!
...

Por la noche él, que además de guapo es educao, deja un mensaje de agradecimiento comunitario que dice:
Me dan ganas de abrazaros a todos”,
tras lo cual escribo: “Tú no te cortes”.

No responde.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Cosas que ya no salen del corazón


Pasa el tiempo... y hay un momento en que ya no te sale del corazón hacer cosas como éstas:

- Preguntarle cómo está, qué hace, qué se cuenta... porque total, ellos no preguntan tampoco.

- Llamar para quedar... porque pa qué, siempre van a estar en el mismo sitio y a la misma hora.

- Leer y comentar en su blog.... por mucho que esa persona lea y comente en el tuyo.

- Darle la enhorabuena por su logro... porque, aunque para esa persona es importante, a ti sinceramente... te la sopla.

- Devolverle la llamada perdida... seguro que era para una tontería.

- Ofrecerte a recogerle del trabajo para que se una a un cine o una fiesta... ¿dónde me has dicho que trabajabas?

- Cenar con ella una noche tonta y darle charleta... que a lo mejor se siente sola, triste o estresá.

- Contar con esa persona para un viaje... se te olvida, por mucho que se haya venido otras veces.

- Invitarle a tu fiesta... porque total, tampoco le va a apetecer, ni te lo va a agradecer.

- Hacerle un regalo... sobre todo uno que has pensando durante un tiempo, algo que de verdad le vaya a gustar, o que realmente necesite... pero ¿acaso se casa o es su cumpleaños? Menos si no lo celebra!

- Ponerte en su lugar.

- Pensar si detrás de eso que ha hecho que te ha parecido tan mal puede haber una razón lógica por la que no has preguntado.


¿Somos malas personas por no hacer estas cosas? No necesariamente, verdad? Creo que los amigos cuando crecen, conforme avanzan en la vida, no tienen por qué caminar siempre y necesariamente por los mismos caminos, y a veces esos caminos están más apartados de lo que crees de los de los que tú llamas tus amigos...

Y si esto, que es un hecho, te cabrea o te entristece, debes reflexionar, que estas cosas suelen ser recíprocas... en el mejor de los casos. Es lo que intento hacer yo. Son cosas que... directamente no salen ya del corazón. Y no hay nada que hacer al respecto.

Facebook love (2)

Tres días después...

¡Me ha aceptado!

Pero no se cuenta nada...
Ni yo tampoco.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Saca la lengua

Me encanta el programa de la tele Saca la lengua pero... ¿por qué lo ponen tan tarde?

Ahora mismo acaba de terminar y hoy trataba sobre el amor y el sexo y todas las palabras que utilizamos cuando hablamos de una cosa o de otra. Por medio de entrevistas a diferentes personas surgen diversos términos y se explica el origen de algunos vocablos...

Hoy han entrevistado a escritores, una monja, gente haciendo speed dating, a niños, a una trabajadora del amor, una sexóloga y hasta al mismísimo Joaquín Sabina!

Y algunas palabras de las que han explicado su origen: clítoris, ósculo, clausura, sadomasoquismo, kamasutra... y hasta cursi, (cuyo origen, por cierto, no ha quedado claro).

Que sí, que este programa es para filólogos y frikis de la lengua como yo... pero no todos tienen la suerte de poder quedarse despiertos hasta tarde para poder verlo... Pienso en mi amiga Ali, por ejemplo, o en sushi, aunque ese a lo mejor lo ve...

¿Conocéis el programa? ¿Y la canción de Los Ronaldos?
Y solamente te pido una cosa y es que siempre mires bien... Saca la lengua para bailar

lunes, 30 de noviembre de 2009

Facebook love (1)

Hay un chico en Murcia que me encanta y he averiguado su nombre y apellidos. Lo voy a buscar en el Facebook.

Anda, pues sí, está. Y con foto. Qué guapo. Suspiro. Me recuerda a Chris Martin. Suspiro. Lo miro. Suspiro otra vez.
...

Un mes después lo busco de nuevo… sigue ahí.

¿Y si lo añadiera como amigo? Oye, que no es tan disparatado. A mí me piden amistad un montón de tíos que no conozco… a los que, por otra parte, no suelo aceptar, ni me quedo con sus caras ni nombres pero… ¿Y si lo añado como amigo? El “no” ya lo tengo, ¿qué podría pasar? ¿Qué pierdo? Es gratis ¿no? Así le doy la opción de que me conozca. La decisión queda en sus manos. ¡La pelota está en su tejado!

Pensará “¿quién narices es esta tía?” o peor… “Bah, la mirona ésta, pesada”. Pero bueno, así en cierto modo se fija en mí, ¿no? Que piense en mí, e incluso que hable de mí, aunque sea mal.

Venga, lo añado. Va.

Ya me estoy imaginando nuestra primera conversación:
- Él: Hola… ¿te conozco?”
- Yo: Todavía no
- Él: ¿Y por qué me has añadido?
- Yo: Porque eres guapísimo.
(Es que yo en los chats me crezco y soy la mar de ingeniosa)
La cosa seguiría más o menos así:
- Él: ¿Quedamos?
- Yo: Pues… vale!
Y ya, a partir de ahí, en cuanto me conozca, el enamoramiento será TOTAL, se dará cuenta enseguida de que somos tal para cual, poco después se vendrá a vivir a casa, me presentará a su familia, la boda, los hijos… Lo típico.


Como en una semana no me haya aceptado vuelvo a insistir.

domingo, 29 de noviembre de 2009

La boda de Esther

Para alguien como yo, no es lo mismo ir a la boda de una amiga que a la boda de un familiar. Son situaciones totalmente distintas. Y es que en las últimas bodas familiares me he convertido en algo que no me gusta… un espécimen único: la única prima que va, la única hermana que tiene, la única chica soltera.

Esta afirmación se pone de manifiesto ya desde el principio del día, desde el que yo considero el peor momento de una boda: la llegada a la iglesia. Que si dónde te has dejao el novio, sobrina, que cómo tú tan guapa y tan lista sin novio, tú la siguiente, el ramo pa ti y papanatismos varios.

En las de las amigas esto no pasa, y es un alivio que no veas. Es hasta divertido cuando nos juntamos las 13 con el taconazo y la pestaña levantá. Y que nos miren, y que murmuren, y que intenten adivinar quiénes de nosotras estamos solteras. Pues de las 13, Esther fue la cuarta en casarse, por lo que ¿entienden ahora esa especie de protección que siento cuando estoy con ellas? Las solteras seguimos siendo mayoría entre mis amigas.

He de decir que la boda de Esther fue emocionantísima. Y es que se casaba con su noviete de la playa de cuando eran críos. Habían estado quince años sin verse, se reencontraron una noche tonta de un miércoles hace un año (soy testigo)… y todo fue volver a empezar. Va a ser que la historia de Esther nos hizo creer en eso del amor y tal… aunque sólo fuera durante la media hora que duró la ceremonia.

Luego ya fue la comida, el vídeo, la tarta… y llegamos a mi parte favorita: el bailoteo y la barra libre, donde ya no me acuerdo ni del amor, ni de vestir santos, ni de que yo una vez tuve vergüenza. Y es que con canciones de Rafaella Carrá, La madre de José y "Vivir así es morir de amor" se acabaron los romanticismos que, como dice la gran María Jiménez, ahora ya… mi mundo es otro.

Dos o tres copas después y aprovechando un infumable pasodoble de Manolo Escobar, me volví discretamente a mi mesa, para sentarme, sacar los pinrelillos de los tacones y mover los dedos con el fin de asegurarme de que seguían ahí… También miré el móvil para ver cuántos chuquis me habían llamado o mensajeado preocupándose por mí. Cero, qué sorpresa. De repente, una voz de una señora detrás de mí: “Rosa, ¿qué haces ahí tan sola?”

-“Yo no soy Rosa, soy Conch”
- “Ay, es que os confundo, como sois tantas. ¿Y tu pareja?”(Mierda, no he venido preparada, me he dejado la lista con las respuestas en casa)
- “Pues… ahm… es que yo no tengo pareja”.
- “¡No me lo creo!”
¡Me encanta esta mujer! Hasta que de repente…
- “Pues mi hijo está como tú, y eso que es ordenao, tiene los tres idiomas (¿?), es jefe de departamento y se va a sacar el doctorado. Tiene 37 años pero no los aparenta y tengo unas ganas ya de que se case…Mi menor, de 34, es que tiene ya novia, que si no, te lo ofrecía. Pero el mayor vive conmigo, a ver si un día te lo cruzas por la calle y…”- “Y surge el amor, ¿no?”-sonreí resignada.

Cuando conseguí volver a la pista de baile acabé ligando con el más gay de la boda. Siempre igual, que si yo fuera hetero, que eres la mejor, tan guapa y tan genial, que los hombres no nos merecen, que si quieres casarte conmigo si a los 35 no has encontrado a otro… Si es que soy como Barbara Streisand, jolín, un maldito icono gay.

Horas después, reventaíca, confusa y medio desmoralizá por lo acontecido, volví a casa, tacones en mano. Tardé una media hora en quitarme las 234 horquillas que componían mi moño y aún así, ahí seguía, intacto. Buena laca, me han dicho. Sin maquillaje y casi sin poder mantenerme en mis doloridos pies me miré al espejo y me pregunté, entre otras miles de cosas, quién será la próxima en casarse.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Acción de gracias

Hoy a mi ensalada le voy a echar pavo y también un poquito de maiz... celebraré así, a mi manera, mi especial Día de Acción de Gracias.

Y ya que estoy, desde aquí le doy las gracias a:

- Alboroque, por organizar ese curso tan chulísimo de cocina japonesa que hice el fin de semana pasado.

- Mary the Kiwi, por esa paciencia, por ayudarme tanto y aderezarlo todo con esa alegría y esa carcajada.

- Sushi y la Vecina, por ser tan auténticos, tan divertidos, tan tal para cual... y por escucharme.

- Luigi, por ir conmigo a conciertos raros y a muchos sitios... chulérrimos todos ellos.

- Moñino, por acompañarme a casa y por el cariño que me da... a pesar de todo.

- Loles, por ser tan bonica y haberme invitado a tarta y chocolate por su cumple.

- Lorca, por declarar festivo el 23 de Noviembre. Se agradece un descanso.

- Carmen, por compartir a su hijo de 2 meses conmigo, que hasta lo trajo a mi casa y tó!

- Alcázar, por todos esos consejos, esos momentos de risa y estar ahí, con la tontería.

Besos a todos ellos.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Dos años de Bitter Conch


Lo que empezó hace dos años como la mayor parida que se me pudo ocurrir jamás, ha acabado siendo tan esencial en mi vida que todavía no me lo creo.

Empezaba yo esta bitácora más aburrida y más sola que la una en Yecla con el Rollito Carrie Bradshaw y ¡quién me iba a decir a mí! Hablaba de NY (¿dónde estuve yo este verano?), de tener una casa sin puertas, de sus chuquis... (¡mejor corramos un tupido velo!) de la importancia de acudir a acontecimientos sociales... y por último, de su curro y me repito: ¡Quién me iba a decir a mí! Y es que todavía, a veces, me sigo sorprendiendo de lo que me está pasando... ¡la vida es chula! chulérrima!

Este año he escrito algo menos que el primero, principalmente por ese verano de desconexión voluntaria. También he pasado un año muy distraída, lo sé. Pero el otoño me trajo muchas cosas buenas, entre ellas, la respuesta a muchas de mis preguntas.

El récord de comentarios lo obstenta el post de las Calabazas de Halloween (62 a día de hoy) y, aunque confieso que pensé que gustaría, no imaginaba hasta qué punto. Gracias a todos.

De este segundo año, y en un ataque de narcisismo, os pondré mis posts favoritos (que sé que también son los vuestros), en orden de aparición:

- Que si el invierno viene frío, porque una de esas parejas está casada ya, y otra tiene fecha.
- 10 años, principalmente por sus comments

Al mismo tiempo, además de ser hoy la festividad de San Crispín (verdad, sushi?), también hace hoy un mes que publiqué mi primera columna en La Opinión. Con lo cual, para celebrar todos estos eventos he decidido crear una página de fans en el facebook, en la que espero veros muy pronto.

Saludos, abrazos, besos y muchísimas gracias, que al fin y al cabo, todo esto no sería posible sin todos vosotros.

martes, 24 de noviembre de 2009

La vuelta al mundo en bici

De la manera más tonta, esta noche he acabado en una conferencia en el edificio Moneo. Se trataba de la Vuelta al mundo en bicicleta de Claude Marthaler, un suizo que ha acabado conquistándome.

Sólo le llevó 7 años, saliendo de Suiza en dirección a Japón: que si toda la antigua URSS, China, Asia Central.. y todo el Tíbet, y que si también pasó por la India ya que estaba... Eso la primera parte, acompañado de unas fotacas propias de National Geographic y unas escenas de sufrimiento y penuria que me recordaban tanto a Pekin Express...
En la segunda parte de la presentación nos contaba cómo de Tokio voló a Alaska, y de ahí, Rocosas abajo, encontrándose con los greatest frikis habidos y por haber. La de gente que hay por el mundo recorriéndoselo en bicicleta. Incluso un matrimonio con una hija de 3 años, yuju!

De América del Norte a América del Sur, Andes pa abajo, para luego cruzar a Sudáfrica (lo cual me recordó el supuesto plan del verano 2010...). De Sudáfrica para arriba pasando por países que hoy en día están en guerra y cuidándose muy mucho de no pillar ninguna enfermedad, hasta llegar a Marruecos. De Marruecos a Gibraltar, y de Gibraltar a casa, siete años después.

A todo esto, que no os lo he dicho, pa entender al payo había que saber cuatro idiomas. Que el tío se supone que hablaba en español, pero te colaba frases en francés como si nada, palabros itañolos y vocablos claramente alemanes. Mi Alcazarita sufría momentos de desconcierto y a punto estuvo de optar por la desconexión, pero no debía y, a su manera, supo sacar provecho de esta cómica situación. Yo le intentaba aclarar los giros a modo de intérprete: Benzina es gasolina, musicante viene del alemán, gioia es alegría... y él también pillaba cosicas: adivinó que el telaio era el cuadro de la bici y supusimos que cuando mencionó el manubrio se refería al manillar...

Aún así, hemos supuesto que el payo estaba trasmitiendo muy buenas ideas: muy filosóficas, sencillas pero extremadamente profundas. Hablaba de lo espiritual, de la soledad, de la humanidad, de la pobreza (la povertad, más concretamente), de las cosas que pueden tener en común gente muy diferente que ni siquiera puede comunicarse por medio de palabras, de cómo es la vida del nómada, la vida natural, del contacto con la tierra madre (el orden de los factores...) y cómo descubres que seguramente el hombre es un "incidente de la evolución"... Una pena no haberlo entendido del todo, que seguro que decía cosas preciosas. Aún así, lo que decía, me ha chiflado la conferencia. Tanto es así, que por mucho asquito, miedo, frío, repulsión... que me hayan dado algunas fotos o situaciones, creo que me gana la fascinación y la libertad de este tío. Y el hecho del viaje en sí, qué ganas tengo ya, amigos. Yo en bici no sé, pero me cogía un año sabático ya pa escaparme de Lorca y meterme al mundo en la mochila.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Todavía no te conozco


No me sorprende, no todo dura.
Se me ha roto el corazón tantas veces que he perdido la cuenta.
Me he convencido de que sí, me he convencido de que no.
Me emociono y luego me decepciono.

He intentado con tanta fuerza no perder la cabeza.
Se me han ocurrido un millón de excusas.
He pensado en todas las posibilidades.

Y sé que algún día todo ocurrirá.
Me harás currármelo para que trabajemos juntos para que funcione.
Y te prometo, nene, que te daré mucho más de lo que reciba.
Es sólo que... todavía no te conozco.

Tendré que esperar, no me rendiré.
Supongo que es mitad cuestión de tiempo, mitad cuestión de suerte.

Donde quiera que estés, cuando llegue el momento adecuado,

tú aparecerás de la nada y entrarás en mi vida.

Y sé que podemos ser tan increíbles

Y que, nene, tu amor me va a cambiar

Y ahora veo todas las posibilidades.

De alguna manera sé que todo ocurrirá.
Me harás currármelo para que trabajemos para que esto funcione.
Y te prometo, nene, que te daré más de lo que reciba.
Es sólo que todavía no te conozco.

Dicen que en el amor y en la guerra todo es justo
pero yo no voy a luchar
Va a salir bien y estaremos siempre unidos
...

He aquí la traducción de la nueva canción del novio de mi amiga Sonia, el Sr Michael Bublé. La canción es marchosica y tal, entre chochona y happy-clappy, o si no, fijaos en el vídeo rollito Love in the supermarket que tiene su punto. Ahora, ya en serio, he de decir que le tomo la palabra a él y a mi amigo Luis Alcázar, que siempre me dice que en cualquier momento salta la liebre. Personalmente espero que sea antes del 17 de julio, que menudo temazo lo de la bodica de mi hermano, menudo temazo.

De momento voy a subirme la pestaña y echarme perfume que tengo que salir un segundico al Mercadona...

domingo, 22 de noviembre de 2009

El Feisclub


No fui la única en hacer doblete, que conste, que la noche del pasado miércoles estaba Murcia llena de Gunillas, Vips, Bans y otras vidas de crápula. Resultó que coincidieron dos acontecimientos de postín en el mundo fiestero murciano y yo tenía que ir a los dos. Estoy hablando del segundo aniversario del 609 y de la inauguración del Faceclub.

Llegué ya tarde al 609, qué se le va a hacer, pero como BAN que soy (VIP en jerga temporánea), no podía dejar de celebrar el 2º aniversario de un bar en el que he vivido tanto, no ya por lo allí acontecido, que también, sino por las horas que he pasado dentro. Y es que al 609 lo llaman “El agujero negro”, pues se pierde la noción del tiempo. Otros dicen que ahí siempre son las tres de la madrugada… y eso es lo que parecía el miércoles cuando llegué, ya al final de fiesta, con las bandejas de comida casi vacías y un ambientazo casi-nocheviejero.

Hablando de Nocheviejas, nuestro segundo destino no lo pisaba yo desde aquella en la que puse a Dios por testigo de que nunca jamás volvería. Y no es que rompiera mi promesa, no nos equivoquemos, que yo fui a otro local: el Faceclub. Envuelta en un halo de intriga y emoción que me recordaba a la primera vez que entré, me coloqué mi chapita-invitación y me dispuse a ver lo que este nuevo garito me ofrecía.

Se llamaba Rosa Rosae la primera vez que fui y tendría yo unos ocho años. Fui con el cole, con un programa de la radio, me acuerdo yo. Y era emocionante, ¡estaba en una discoteca de verdad!

La siguiente vez fue a los doce, cuando Archi era la discoteca light a la que íbamos los sábados de 7 a 9 de la noche. De esa época recuerdo las miles de fantas que me bebería, las ridículas coreografías con MC Hammer y Vanilla Ice, los primeros ligues (“¿quieres rollo con mi amigo?”) y los urinarios que había en las paredes a modo de plafón.

De la época universitaria me quedo con las fiestas rastafaris en De Nai Clú, con sus paredes de tigre, su música súper bailable y toda esa gente guapa… Gente guapa que se casó, se puso a criar y recuerda el “Nai” cuando toca contar batallitas. Gente guapa que no llegó a conocer el DNC, el Dance, y por eso guarda de él un buen recuerdo. No como yo, que lo único que guardo del DNC es una consumición que no gasté custodiada en mi monedero desde hace dos años. Y es que el DNC no me molaba. Me fastidiaba pagar tantísimo por una copa malísima que no me iba a tomar mientras escuchaba “música” de timbales y ahuyentaba moscones. Moscones que normalmente no eran de Murcia y estaban ahí engañados, confundidos, preguntándose cómo habían acabado en ese antro indescriptible.

Pero eso era antes, que la copa que me tomé en el Faceclub por la face me supo a gloria bendita.

Ya la entrada es distinta, pues se accede por un lateral. Para los que conocemos todos sus rincones renovación tras renovación cuesta ubicarse al principio. Pero está chulo, tiene una luz especial y me gusta cómo han redistribuido el espacio. Se acabó la forma de martillo con la base de techos bajos y zonas oscuras, ha llegado New York a Murcia, con barras centrales, buena iluminación y un discjockey situado en el centro que disfruta viéndonos bailar. Otra novedad es el escenario, donde una banda buenísima amenizaba la velada con temazos de toda la vida: Play that funky music, I will survive, Celebration… Agradecí eso, que no fueran las típicas gogós ibicencas y tragafuegos, buaj.

Sigue habiendo zonas pero hay más movimiento y más visibilidad, genial para cuando apatrullas siendo miope. Siguen estando los buitres de siempre (el Plastificao, el de la Chaqueta, Luis Filipe, el Duque de Feria…), las tigresas, no en las paredes sino en la ropa, y los excesos de siempre: silicona, alguna que otra cardada y alguno que otro con muy poca ceja… pero el miércoles eran menos y se dispersaban entre la gente normal y guapa que aún queda, vaya que sí. Puede que me equivoque, pero me confieso entusiasmada. A ver. Ojalá volvamos a tener una discoteca de verdad en el centro de Murcia.

sábado, 21 de noviembre de 2009

En abril, dices.

Esta mañana escuché en el jardín de tu casa una canción que decía algo parecido a lo que venía pensando mientras tú leías un libro.
Y me quedé sin palabras.
Porque no tuve ni tengo el valor de decirlo: Que me hubiera casado contigo, de habérmelo pedido. Y luego me he ido y me han venido de golpe las cosas que te hubiera dicho, las cosas que nunca te digo porque siempre me pasa lo mismo. Y luego me he ido y me han venido de golpe las cosas que te hubiera dicho, las cosas que nunca te digo porque siempre me pasa lo mismo.


- ¿Cómo dices que se llama esta canción?
- De momento abril.
- Abril, vaya.



Esta noche voy a ver a La Bien Querida en el Auditorio.

martes, 17 de noviembre de 2009

Operación Campanile

Mamen se creía que venía a Murcia a pasar el finde. Incluso tenía hora pa hacerse las mechas en una peluquería murciana que le encanta.

"Llévate el abrigo, nena, que nos vamos a una casa rural en Moratalla"- le dijo su novio. No fuera a ser, que como buena madrileña hiciera la madrileñada de traerse el bikini, con eso de que en Murcia hace más calor y que aquí sí hay playa (vaya, vaya).

Viernes tarde y el novio se la lleva al aeropuerto de Barajas.
- "Ah, pero es que vamos a Murcia en avión? esto es nuevo".
- "Tú calla".

Y aparecieron en Bolonia y después en Florencia. Y el novio que no se despega de su mochila en todo el finde. ¿Qué llevará en la dichosa mochila? ¿Algo de valor quizás?



Mamen al tercer día se mosquea, que de repente ya es domingo y aquí no ha pasao na, que este viaje pa qué es, que lleva ya dos días dando vueltas por Florencia con su novio con mochila, cuando precisamente el finde anterior había estado en Roma, que está ya de Italia hasta el moño... y encima con una raíz de dos dedos... ¿qué hacemos aquí, nene?
- "Ale, a subir el campanile, bonica".

Y Mamen, más tensa que Marco en el Día de la Madre, sube ligerica y sin rechistar los 414 escalones del Campanile de la Catedral de Florencia.

Al llegar allí, con unas vistas de quitarte la respiración, a las 6 de la tarde, repican campanas... de boda. El novio entonces hinca la rodilla, le saca un anillo y le pregunta: ¿quieres casarte conmigo?

Más tarde, Mamen, eufórica, me decía al teléfono: "Mira, porque ya está pillao y es tu hermano, pero yo... te lo recomiendo!"

Y eso, que se me casa mi hermano (pequeño, ejem), dentro de exactamente 8 meses.

Hoy da comienzo la OPERACIÓN CAMPANILE.
(8 meses, 8 kilos)
(Deseadme suerte)

lunes, 16 de noviembre de 2009

Give me more


La columnica del último domingo causó estragos y sobre todo, una puesta de petardico en el culo a algún que otro maromo que se dio por aludido. Que ya está bien, hombre. Es que a veces...

Siento no escribir con la frecuencia que a algunos nos gustaría pero es que estoy liá, no, lo siguiente! Es por trabajo, sí, pero también por razones familiares, asuntillos caseros, eventos sociales, encuentros pseudoamorosos (jeje), reuniones con amigos (Dios las bendiga) y mil cosas en el cabezón que hacen que caiga rendida todas las noches. Tengo mucho que contaros pero necesito tiempo para ordenarlo.

Que no me quejo, eh? que esto es guay y hasta os lo deseo. Y para alegraos el momento, os dejo una canción que me encanta y que se la dedico a todos aquellos en los que pensásteis cuando leísteis el post anterior a éste.

Jodida pero contenta, de mi adorada tocaya Buika.

Niño, porque me haces mucho daño
Porque me cuentas mil mentiras
Y porque sabes que te veo
Tú a los ojos no me miras
Y porque nunca quieres nada
Ay, que a ti te comprometa
Yo te voy a dar la espalda
Para que alcances bien tu meta
Que yo me voy porque mi mundo me está llamando
Voy a marcharme deprisa
Que aunque tú ya no me quieras
A mí me quiere la vida
Yo me voy de aquí...

Jodida por contenta
Tú me has doblao pero yo aguanto
Dolida pero despierta
Por mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Yo no te culpo ni te maldigo, cariño mío

Jodida pero contenta
Yo llevo dentro una esperanza
Dolida pero despierta
Pa mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Que a partir de ahora y hasta que muera
Mi mundo es mío
Ay, este mundo mío.

Give me more, I want more, give me more now
Y con tormento y sin dolores
yo voy haciendo camino
Y que la brisa marinera
me oriente hacia mi destino
Así es que me voy bajando
pa la orillita del puerto
Y el primer barco que pase,
que me lleve mar adentro
Y en este planeta mío
Este en que tú gobernabas
Yo ya he clavao mi bandera
Tú no me clavas más nada
Déjame vivir...
Jodida por contenta
Tú me has doblado pero yo aguanto
Dolida pero despierta por mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Ay, yo no te culpo ni te maldigo, cariño mío

Jodida pero contenta
Yo llevo dentro la esperanza
Dolida pero despierta
pa mi futuro
Con miedo pero con fuerza
Que a partir de ahora y hasta que muera
mi mundo es mío
Ay, este mundo es mío.

domingo, 15 de noviembre de 2009

La cruda realidad


Creo que me estoy acercando a la clave, a la respuesta a la sempiterna pregunta de por qué no tengo novio. Estoy a punto de encontrarme con la cruda realidad: Que es que no hay quien se enamore de mí. Junto con la puntualidad, se ve que es un don que no tengo, un gen que he perdido, una neurona que he gastado.

O si no, veamos. En los últimos años me he cruzado con tres tipos de tíos: los que no tienen tiempo, los que no viven en Murcia y los que acaban de dejarlo con la novia.

El que no tiene tiempo te dice que le encantas pero que por su horario laboral le es imposible tener una relación y hasta quedar contigo. Te pasarás una media de seis meses mandándole mensajitos recordándole que existes y pidiéndole, siempre de manera sutil y elegante, que te haga un hueco en su apretada agenda (“Joooo, ¿y yo cuándo te veo? Sabes que te puedes quedar a dormir en casa”). Puede que algunos te los conteste, o que incluso te llame, y hasta te suelte que le “debes una cerveza” o “una conversación” o que ha estado en tal restaurante al que algún día te llevará. Y te emocionas. Pero pasa el tiempo, y te auto-convences de que no es que no le moles, es que en su vida no cabes, pero ni tú ni nadie. Y te muerdes la lengua, las uñas y te sientas sobre las manos para no coger el móvil y llamarlo. Un día tontorrón, cuando llevas dos meses acostumbrándote a su ausencia, tu coraza se resquebraja al encontrarte a una amiga tuya compañera suya de trabajo y le pides que le dé recuerdos de tu parte. “Sabes que tiene novia, ¿no? Desde hace meses. Bufff, y enamoradísimos, duermen juntos todas las noches.”

El que vive lejos. Después de que él haya venido a verte y tú a él, justo cuando la cosa empieza a funcionar, justo cuando le propones algo tan loco como dedicar tus ahorros y todas tus vacaciones a ir a verlo y aunque sea, tener una relación tipo liberal, cool, de hasta que uno se canse… Pues él se cansará, en ese mismo instante. Pero no te lo dirá, en su lugar te contará la milonga de que “es imposible”, que va a ser muy difícil volverse a ver, que su trabajo y tal… Al poco tiempo, fisgoneando su perfil del facebook te enterarás de que está en Murcia… pero que ha venido a ver a otra. Poco después, no sólo se habrá mudado sino que también estará poniendo fecha de boda.

El que acaba de cortar con la novia. Esos son los peores. Son capaces de estar tirándote la chinica al tejado durante meses hasta que un día ya no puedes resistirte, y eso que el tío ni te gustaba. Pero te parece tan tierno, tan necesitado de tu amor, tu alegría de vivir y tus consejos. En algún momento te dirá incluso que tú eres distinta, un oasis en el desierto y toda la pesca. “Pero es que lo último que quiero ahora es algo formal, además… no tengo corazón”. Y te dejas, porque te mola, porque huele muy bien, y porque de vez en cuando pone cara de gato de Shrek. Porque además con el tiempo se enamorará de ti, porque tú le haces reír y olvidar malos rollos y eres la solución a sus problemas. Tú además no le presionas, te estás dejando querer y has de comportarte como su mejor amiga. Entonces, de tan amigos, un día te oirás a ti misma preguntándole si quiere volver con su ex. Y antes de que puedas pararlo te dirá: “Pues la verdad es que la echo de menos”. Y si no es con su ex, se acabará yendo con otra, y para siempre. Tú dale tiempo.

Conmigo los hombres encuentran el amor… al dejarme. Parezco un curso puente. Parece que tienen que pasar por mí para decir: “Vale, esto es lo que no quiero en la vida”. Se ve que no tengo esa capacidad para retenerlos, para enamorarlos, vaya. Voy a tener que hacer como Rob Gordon, el protagonista de Alta Fidelidad, que re-visita a sus ex para preguntarles qué es lo que había hecho mal, por qué lo habían abandonado.

martes, 10 de noviembre de 2009

Buika en Cartagena


De mis dos tocayas cantantes, Concha Buika es mi preferida. Lo tenía más o menos claro, pero esta afirmación se hizo definitiva el sábado pasado cuando la vi actuar, tras Hiromi Quartet, en el Festival de Jazz de Cartagena.

Concha Buika aparecía ataviada con un vestido negro imposible que le dejaba hombros y espalda al descubierto. Se posaba descalza sobre una alfombra, con el pelazo trenzado enrollado y unos anillos enormes que le brillaban en cada una de las manos.

No le acompañaba Chucho Valdés, pero bueno, nos fiamos del guapetón que se trajo. Un tal Señor Melón*, nos pareció entender más tarde, cuando nos lo presentó.

Empezó con el Volver de la peli con el mismo nombre, para luego hacer el Volver, Volver de Chavela Vargas, que de eso se trataba, que el nuevo disco es un homenaje a la leyenda de la canción mexicana (pero costarricense de nacimiento). Cada canción de Buika era un escalofrío tras otro. Qué voz más preciosa tiene, madremía. Antes de cada canción le daba un trago a su copa y brindaba con nosotros por el amor perdido, el no correspondido, el amor loco, los grandes amores, los pequeños... lo cual le proporcionaba una magia incomparable al Teatro Circo...

Y antes de que llegara El Último Trago, deleitó a las tropecientas mujeres que allí nos reuníamos con canciones como Las Simples Cosas, Vámonos, Tú Volverás (El Sr Melón sale en este vídeo!), Sombras, Cruz de olvido y por supuesto la preciosísima Se me hizo fácil.

El Señor Melón o como se llamara el pobre hombre acabó siendo aclamado por el público, que el tío lo hacía maravillosamente bien. Y a la Buika se le veía encantada con él, que la tía se puso a hacerle fotos en medio del concierto, y pasando de los otros músicos. Que les haga fotos su madre, parecía.

Terminó el concierto y la Buika nos dedicó un solo que no nos merecíamos, o por lo menos yo. Y es que cantó Ojos verdes a capela. Y eso fue ya la escarpiada máxima.

A pesar de lo fantástico que fue el concierto, Noe y yo no pudimos evitar echar de menos La falsa moneda y por supuesto, Mi Niña Lola.

Por esta última canción le dedico este post a mi prima Ague, que sé que le encanta y también porque acaba de ser mamá de una niña monísima llamada Marta.


*Más tarde me enteré de que se llamaba Iván Lewis "Melón" González, o sea, que lo oímos bien.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Julie, Julia y yo

Me compré la novela en Nueva York este verano pero no me ha dado tiempo ni a empezarla...

Ayer fui a ver la peli de Julie y Julia y... ¡No me he podido identificar más!

A ver, pa los que no habéis visto la peli: Se trata de dos historias: una ambientada en París en los años 50, que interpreta maravillosamente la igualmente maravillosa Meryl Streep y otra de ahora, en Nueva York, interpretada por Amy Adams, que también me encanta. (Me parto cuando la recuerdo en Encantada, qué risa).

Bueno, pues Julie, el personaje de Amy Adams, el del siglo XXI, es una pobre desgraciadilla así como yo, sólo que ella vive en Queens, está casada, es flacucha con el pelo corto... bueno! A lo que iba! Resulta que la paya está que se pincha ahí en los Queens, más sola que Perry, aburridísima, con un trabajo de mierda y con unas amigas con las que no conecta, entonces qué decide hacer? Pues lo que hacemos algunas, lo mismo que yo hice hace 2 años cuando vivía en Yecla: EMPEZAR UN BLOG.

Ella lo que pasa, gran diferencia, es que por lo menos en principio le da un fundamento a su bitácora, una especie de proyecto gastronómico con fecha de caducidad. Yo, como sabéis, no. Yo empecé a soltar mis memeces por el mero hecho de desahogarme y aquí sigo... sine die.

Dentro de las similitudes, la más gorda quizá, la que más gracia me hizo es la del huevo. A la paya no le gustan, como a mí. Ahora, la tía valiente se cocina uno con una pinta que me hacía retorcerme en el sillón del cine ¡y se lo zampa!... Yo no creo que fuera capaz de comérmelo pero hey, lo que dicen, que el cocinar te hace adorar, si cabe, más la comida. Con lo cual, y por mucha apetencia que me dio verla ahí entre ollas preparando unos platos suculentos, creo que no debería empezar a cocinar. Acabaríamos muy mal, que tengo que ponerme a régimen de una vez por todas.

Otros momentos que me encantan y con los que me identifiqué muchísimo es cuando ella siente la necesidad de tener comentarios, cuando habla de la gente que le escribe, de la relación que tiene con ellos y de como su vida empieza a girar en torno al dichoso blog sin querer. Vamos, que me iba al pelo.

Os recomiendo que la veáis, pero también que vayáis cenados porque... tela.

Sale una tarta...

La maldad


Mi primer colegio era mixto, con comedor, en las afueras de Murcia. Fui muy feliz allí e hice muchísimos amigos que a día de hoy conservo, o que, como mínimo, me saludan por la calle. Con alguna coincidí en la carrera, y con otro salgo los fines de semana. A algunos me los encuentro de bares, a otros solamente el día del Bando, y a otros casi a diario en el facebook. Y eso que me fui de allí cuando tenía once años.

Fue un error de mi madre, ella misma lo reconoce, cambiarme de cole para hacer lo que antes era 7º y 8º. Ya no era necesario el comedor, éste estaba en el centro y era… sólo de niñas. Con el poco conocimiento que puede tener una criaja de 11 años, ya desde el primer momento el cole nuevo me olió a chamusquina. El primer día de curso, sin saber dónde ir, me metí en un aula que no era la mía. Al pasar lista y ver que no me nombraron, la profe de turno me dijo que estaba en 7ºC, “al final del pasillo”. Y ahí que lo atravesé, solica, andandico, cagaíca de miedo, hasta llegar a un aula abarrotá de niñas contándose emocionadas las batallitas estivales. Entonces me descubrieron en la puerta y se hizo el silencio. Sepulcral. (¿Dónde hay un sitio? ¿Dónde hay un sitio? ¡¿Dónde hay un maldito sitio?!) Finalmente localicé uno y, sin levantar los ojos del suelo, me dirigí a él, observada por la atenta mirada silenciosa de 35 niñas arpías.
- “Joer, ya se me va a sentar la nueva delante” – oí detrás de mí.
-“Si te molesto me lo dices”- le dije más chula que un ocho acostao a una cría de lo menos catorce años y más grande que mi vida.

Así comenzó todo. Así, en ese colegio, conocí la maldad.

Se echaba de menos a los niños. Faltaban risas en las clases y sobraban los cuchicheos. Era otro rollo: más competitivo, más envidioso, con más mala idea. Yo tenía la sensación de no estar a salvo, de ser observada, de estar cagándola a todas horas. Una vez, incluso, fui agredida en el aseo por una chulica: me estampó la cabeza contra el grifo mientras bebía agua porque se enteró
de que yo era prima del que le gustaba…

Los grupicos de amigas estaban muy bien definidos y a la mínima, una de sus miembros se pasaba a otro, con la consiguiente venganza del grupo que abandonaba, para luego, al mes, volver al mismo y ser amiguísimas, como en Sensación de vivir.

Y lo que pasa, que al poco tiempo me convertí en una malota paranoica más. Yo, que no había roto un plato en mi colegio feliz de las afueras, de repente empecé a suspender –cada evaluación dos cates distintos, no por tonta sino por tocapelotas- a copiar, a decir “¡no es justo!”, a contestar a los profesores, a reírme de ellos, especialmente del de inglés al que nos encantaba sacarle los colores. También me echaron de clase… No duré mucho, que hasta el cura del barrio sugirió que me sacaran de ahí.

Igual de poco me duraron las amistades. Ni por facebook ni tu tía. Hoy en día la única amistad que guardo de ese colegio es de una que se fue cuando yo, pero a Alicante. (En aquella época, sin móviles ni tuenti, estaba lejísimos). Gema, que ahora vive en Madrid, me felicitó por mi columna la semana pasada.

En el instituto, con ca uno de su padre y de su madre en clase, aprendí que no era nadie, que la vida no gira alrededor de mi ombligo y que, antes de dramatizar y mostrarle al mundo lo histérica y bruja que puedo llegar a ser, he de pensar en las consecuencias de mis actos.

Hoy, veinte años después, las niñas de ese colegio no me saludan. Las veo en los mismos bares que yo hablando con gente que conozco, pero a mí no me saludan. Siguen en sus grupos, me pregunto si por gusto, por inercia, o por miedo a que las rajen cuando se den media vuelta. Me pregunto también si sabrán ayudarse cuando haya un problema. Lo que sí sé seguro es que me estarán leyendo hoy y se estarán dando por aludidas. Puede que alguna hasta me escriba, pero seguramente no será para felicitarme.