sábado, 9 de agosto de 2008

Sumérgete en el Mar (I)


Vais a creer que esto es un monográfico marino. Pero no. El título de este post corresponde al nombre del programa del Thalassia al que me he sometí hace poco y que incluía lo siguiente:
- Piscinas marinas
- Masaje con limo marino
- Circuito marino

(Tengo una coreografía para cada una de estas frases).

A las 10 de la mañana nos personamos los cuatro sirenos: Mamá Pato, Alf, Mamen y una servidora. Una manada de guiris locas se apelotonaba ansiosa en la puerta, para cuando nosotros habíamos gestionado nuestro horario ya estaban las Lady Cocoon preparadas para la acción: Tenían acquagym!
Así pues, ataviados con gorrito espermatozoideo, los únicos españoles, nos introducimos en la primera parte de nuestro programa: Las piscinas marinas.
Qué de chorros, madre mía! Qué de vibraciones! Y agitaciones! En cascada, en jacuzzi, en volcán, en acostao y en chorrete básico de los de toda la vida… pero con sabor a sal.
A las 11 entraban Mamen y Alf a su masaje con limo, Mamá y yo nos quedamos a remojo. Media hora más tarde salía Alf con cara de gusto pero algo mosca: “A Mamen le ha debío tocar payo masajista porque está tardando en salir (jaja, me reía yo ingenua) Ah! Y cuando estás bocabajo te ahogas un poco”. Mamen sale que parece un anuncio de Herbal Essence: “Yo lo recomiendo!”. Acha tía, pero te has quedao en bolas? “Te dan un tanga de papel y la opción de quitarte la parte de arriba y yo… pos me la he quitao!”. Pos también es verdad, llevar un tanga de esos y no llevar nada… Veo en nuestra ficha que los masajistas son Sonia y Dani. Dani es de Daniela, claro.
Allá que vamos Mamá Pato y yo, una a cada sala. Intento abrir la puerta de mi sala y me aparece un tío feo con una manguera “Espérese un momentito que lo limpie”. Ese por supuesto NO es mi masajista, es el que limpia. No puede ser que me toque a mí un tío y a Mamen no... o sí?

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