lunes, 11 de febrero de 2008

36 horas en Estocolmo (I)

Lo que me reí yo de Mary cuando dijo que se iba a Estocolmo en Febrero. “Acha estás loca! Por mucho que cueste 42€ el vuelo” Pos hace un mes, voy yo y me acoplo. Tenía ya mono de viaje y además, es el último viaje antes de las oposiciones y la hipoteca. A mí me costó 75€, not bad at all. Viva Ryanair.

Partimos el viernes después de comer hacia el aeropuerto de Valencia. Lo mejor del vuelo, el pedazo de piloto! Dios, qué guapo. Y yo pensando que todos los suecos iban a ser así… qué chasco.

Llegamos al aeropuerto de Skavsta a las 12 de la noche. Que emoción! Estoy en Suecia! Pero hey! no hay nieve… ni hace tanto frío. Jo con el calentamiento global. Autobús a Estocolmo. Por las ventanas solo se ve negro así que por muy emocionada que esté, me entra un sueñooo… si no llega a ser por el pesaito de al lado, que disfrutaba oyendo el tono de su móvil antes de cogerlo, juraico que me torro. Hora y veinte después llegamos a Estocolmo, que es una ciudad a varias alturas, con autovías entre los edificios, por encima y por debajo, por larguísimos túneles. Aluciné con una rotonda hueca, me explico: imaginaos bordeando una fosa en autobús.

El hotel donde nos alojamos fue en tiempos la Prisión de la Corona y me encantó! Para haceros una idea de la pinta pensad en una prisión diseñada por Ikea y os sale. O también podéis visitarlo aquí. Altamente recomendado, vayáis con quien vayáis, pues además de albergue también es hotel del güeno y de precio es cojonudo.

Dos de la mañana. A dormir, que mañana hay que levantarse temprano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pareces una espía de peli en las fotos, je, je....

Fontelles