jueves, 29 de noviembre de 2007

Murcianismos

Últimamente, y especialmente desde que vivo en Yecla, practico el murcianismo de una forma más consciente y más intensa. Y es que Yecla no parece de la región de Murcia. Ni por la pinta, ni por la temperatura, ni por las costumbres, ni por la gastronomía, ni por, acho, la forma de hablar.

Supongo que lo de la pinta y las costumbres irá unido a la temperatura. Que en Yecla hace un frío horroroso, o como diríamos en Murcia, hace una pelá! Me han dicho que esta mañana hacía -2ºC (¿Eso qué mierda es?). A lo que iba, con esta temperatura, acompañada de un viento de los de volverse loco, no está la cosa como pa pasearse por la calle, ni pa tomarse un desayuno en una terracita al estilo Plaza de las Flores-Santa Catalina. No señor.

Lo de la gastronomía yeclana merece uno o dos posts aparte, pero de momento... Aquí las empanadillas son enormes y contienen patata, en las fiestas no está la típica bandejica de dulces del Bonache o de Carlos sino una ensaimada gigante (rellena de chocolate, crema tostada...). Pa desayunar: las tortas fritas...

Lo de la forma de hablar es otra de esas cosas inexplicables. Sabéis que yo en esto siempre me fijo mucho. En general el ritmo es lento, alargando las vocales. No hay zagales ni críos, sino muchaaaachos o ñaaacos. Aspiran las “s” como si fueran andaluces pero al mismo tiempo tienen un soniquete parecido al canario al final de las frases. A mí me encanta su acento, pero es que a ellos les encanta el mío! Sobre todo cuando se me escapa un acho, un pijo, un mah cosicah o un estáh en lo que eh. Me siento súper guiri.

Dos cosicas pa alimentar el murcianismo:
1. achopijo: un blog murciano, murciano y genial
y 2. una chirigota panocha.

Más cosicas? Besicos, pijo.

No hay comentarios: